Carlos Rojas
Colombia, 1923 - 1997
 
La ventana del Zapatero, de la serie Mutantes, 1993
Mixta sobre lienzo
100 x 100 cm
 
Titulada, firmada y fechada La ventana del zapatero C. Rojas 1993 al respaldo.
Etiqueta Casa Carlos Rojas con ficha técnica de la obra.
Certificado de autenticidad firmado por Rosse Mary Rojas.
 
La ventana del zapatero (1993) y un lienzo publicado de la serie Por pintar (años noventa) representan de la mejor manera el arte de Carlos Rojas, uno de los grandes protagonistas de la plástica colombiana de la segunda mitad del siglo XX.
 
Talento cristalino, Carlos Rojas se asomó a la escena artística a final de los años cincuenta. Su trayectoria se ha desplegado a lo largo de cuatro décadas, articulándose en diferentes series que, a pesar de las diferencias estilísticas, tienen como denominador común un seguro y casi infalible sentido de la composición de carácter geométrico-constructivo.
 
Con su estructura rigurosa, a lo Mondrian, obtenida combinando retazos de materiales encontrados, La ventana del zapatero es una obra emblemática de la serie Mutantes, en la cual el artista trabajó a partir de mediados de los ochenta, abandonando la inclinación por lo pictórico y focalizándose en ensamblar materiales provenientes de demoliciones o encontrados en la calle.
 
En palabras de Carlos Rojas, “estas obras surgen al tomar un objeto desechado, un retal, un abandono y volverlo una presencia, con un valor y una contundencia diferentes de los que poseían. De allí que se llamen Mutantes: se transforman ellos mismos sin la intervención de maquillaje; simplemente colocándolos en un espacio distinto, donde adquieren unas realidades definitivas, capaces de destruir y construir mitos”.
 
“Para mí - comenta el artista - esos seres son los entes de la miseria, todos los desechados por la comunidad, todos los ejércitos de mendigantes, de locos, que caminan en pos de los poderosos, en pos de una misericordia que les es negada permanentemente y que les destruye, los masacra. Como no creo en las imágenes, ni en la figuración del gesto, he acudido a otra forma de figuración realizada a través de elementos inservibles, inútiles, para crear un nuevo código de comunicación acerca de mi visión del fin de siglo. (...) Yo no compro una ventana nueva y la daño, ni rompo los baldosines, vidrios o maderas quemadas. Voy al sitio y traigo los materiales como testimonio de la angustia y del dolor”.1
 
La serie Por pintar, a la cual pertenece la otra pieza incluida en el catálogo, sigue cronológicamente a la serie Mutantes y se caracteriza por un regreso del artista a la pintura y, con ella, a la emoción y la subjetividad.
 
En la pieza que presentamos, como en todos los cuadros de esta serie, permanece intacta la dimensión constructiva, la voluntad estructural, pero desaparecen el collage y el ensamblaje de materiales de segunda.
 
Por otro lado, la prevalencia del negro y del violeta debe asociarse a ideas como la muerte, el luto y la destrucción. En palabras del artista, estos cuadros “hablan de los seres de la muerte a través del color. Se encuentran sanguinolentos, como heridas en putrefacción, pero son violentamente plásticos. Sus colores mortecinos, caóticos, son los colores del drama”. Dato importante: esta pintura ha sido reproducida a página entera en una célebre monografía sobre Carlos Rojas editada en 1995 por Ediciones El Museo.
1.Citado en María Cristina Laverde, “Carlos Rojas: La concreción de una obra contemporánea”.
 
Colección privada, Bogotá.

COP $50.000.000 - $80.000.000