Andrés de Santa María
Colombia, 1860 - Bélgica, 1945
 
La roca de Sísifo, sin fecha
Óleo sobre lienzo
60.7 x 50.5 cm
 
Inscrito Certifié peint par mon grand-père A. de Santa María al respaldo.
 
Literatura
Andrés de Santa María. Nuevos testimonios. Bogotá: Banco de la República; Biblioteca Luis Ángel Arango, 1989. Ilustrada en la página 11.
 
Exposiciones
1989. Andrés de Santa María. Nuevos testimonios. Banco de la República; Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá.
 
El mito de Sísifo es una obra representativa del estilo maduro de Andrés de Santa María (Bogotá, 1860 - Bruselas, 1945), a quien la historiografía reconoce unánimemente como el padre de la modernidad artística en Colombia.
 
Con una sólida formación europea, Santa María desempeñó un papel decisivo en la superación del academicismo en el arte colombiano. Durante su paso por la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, primero como docente (1894-1901) y luego como director (1904-1911), introdujo las corrientes del impresionismo y postimpresionismo, estableciendo un punto de inflexión en la evolución artística del país. Desde una perspectiva histórico-artística, su influencia en la escena nacional solo encuentra un paralelo en la de Alejandro Obregón, quien, a partir de
los años cincuenta, impulsó un giro hacia el arte de neovanguardia.
 
El sujeto de la pintura que proponemos proviene de la mitología griega. Sísifo es un rey condenado por los dioses a empujar una enorme roca cuesta arriba por una colina, solo para verla rodar de nuevo hasta el pie cada vez que alcanzaba la cima. Este castigo eterno simboliza la inutilidad de los esfuerzos repetitivos y la lucha constante sin un propósito final. Albert Camus, en su ensayo homónimo, lo utilizó como metáfora para explorar el absurdo de la existencia humana y la búsqueda de sentido en un mundo irracional, proponiendo que la verdadera realización está en aceptar y desafiar esta condición absurda.
 
Santa María representa a Sísifo de espaldas, acurrucado en la cima de una colina, mientras se apresta a dejar caer nuevamente la roca, vanificando así sus esfuerzos. Lo retrata en un espacio y un tiempo indeterminados, como exige el mito, durante uno de los pocos momentos en los que no está físicamente empeñado en perseguir o empujar la piedra. Su pose, en particular, parece delatar un momento de acongojada reflexión sobre su trágica condición, antes de que su drama vuelva a comenzar.
 
Sería sugestivo pensar en una relación entre el Sísifo de Camus, cuya primera edición salió en 1942, y el Sísifo de Santa María, quien fallecería en 1945 a los 85 años. Sin embargo, no existen elementos para afirmarlo. El estilo de la pieza, no obstante, es el del Santa María maduro, que se caracteriza por una superficie pictórica densamente matérica y textural, donde las figuras se desdibujan y vibran, como si se reflejaran, fugazmente, en una superficie de agua encrespada.

Colección Barón Gaiffier D'Hestroy, Bélgica. Colección privada, Bogotá.

COP $150.000.000 - $250.000.000