Rómulo Rozo
Colombia, 1899 - México, 1964
 
La música, 1925
Bronce
36 x 19 x 15 cm
 
Firmado con monograma y fechado en el (dos veces) RR/ PARIS/ 1925 en el pedestal.
Firmado, inscrito y fechado al reverso RR/ 1925/ ESVENO, con sello de fundición MARONI RADICE/ CIRE PERDUE/ PARIS.
 
Literatura
Peralta Barrera, Napoleón. Rómulo Rozo: El indoamericano Universal. Boyacá: Gobernación de Boyacá, 1999. Ilustrada en la página 111.
VV.AA. Rómulo Rozo ¿Una vanguardia?. Bogotá: Fundación Proyecto Bachué, 2019. Ilustrada en la página 100.
VV.AA. La Bachué de Rómulo Rozo: Un Icono Del Arte Moderno Colombiano. Bogotá: Editorial La Bachué, 2013. Ilustrada en la página 90.
Gutièrrez Viñuales, Rodrígo. Rómulo Rozo. Tallando la patria. Una colección de fotografía. Vol 2. Bogotá: La silueta Ediciones; Cedodal; Favoh, 2015. Ilustrada.
 
La exposición de Bachué (1925) en un lugar prominente de la última Bienal de Venecia y la adquisición de esta pieza por parte del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) han decretado la canonización internacional del escultor colombiano Rómulo Rozo, ya ampliamente reconocido en su país natal como el principal exponente de la vanguardia nacionalista de los años veinte y treinta del siglo pasado, así como uno de los mayores escultores de todo el siglo XX.
 
Reproducida en la mayoría de las monografías sobre Rozo, La música es también una pieza maestra. Fue modelada y luego fundida en bronce en el París de 1925, el mismo año en que el artista talló Bachué.
 
Bachué y La música guardan importantes relaciones. No solo fueron realizadas el mismo año, sino que ambas son piezas de entonación simbolista que, en cuanto a concepción compositiva, se basan sobre una misma dialéctica entre áreas caracterizadas por una profusión decorativa y partes lisas, correspondientes a un desnudo femenino. Lo que cambia entre una obra y la otra es el tipo de simbolismo y el carácter de la decoración. Si en Bachué estamos frente a un simbolismo indoamericanista y un estilo decorativo que remite a motivos prehispánicos, La música es una refinada alegoría universal, cuyo decorativismo, a pesar de no estar exento de motivos exóticos, no recupera motivos prehispánicos.
 
Otra diferencia es que mientras la diosa Bachué es estática, impasible y hierática, La música es sinuosa, armoniosa y cargada de sentimiento. Bachué es apática, mientras La música es rica de pathos, como evidencia la cabeza reclinada sobre el brazo, que trasmite una sensación al tiempo de profunda concentración y honda melancolía.
 
De acuerdo con cuanto sostiene el historiador Rodrigo Gutiérrez Viñuales en el volumen Tallando patria (La Silueta Ediciones, 2015), durante su fecundo periodo parisino (1925-1931), Rómulo Rozo cultivó simultáneamente dos tipos de simbolismo: uno americanista y otro de tradición europea. Bachué y La música son, sin duda, piezas cumbre de estas dos tendencias.

Colección privada, Italia.

COP $35.000.000 - $55.000.000